jueves, 16 de febrero de 2012

Un directo de los que ya no se hacen

Es chocante, y hasta indignante, que Alchemy (1984), el primer álbum en vivo de los británicos Dire Straits, no se encuentre habitualmente entre los rankings de los mejores directos de la historia del rock. Desde mi punto de vista, este disco, además de ser el más representativo y fundamental de la banda, es una de las mejores grabaciones en directo que han quedado registradas nunca.

Dire Straits ha tenido una composición muy variable en cuanto a sus miembros durante los 18 años que se mantuvo en activo, y también han colaborado con otros grandes del gremio como Eric Clapton o Sting. Además, la presencia de la guitarra del señor Knopfler en algunos de los discos más representativos del Dylan de los ochenta, o acompañando a voces como la de la cantante de folk Emmylou Harris, constituyen uno de los principales atractivos de estas grabaciones.

Desde 1995, cuando se disolvió la banda, Mark Knopfler se ha dedicado a grabar discos en solitario, y también ha participado en la composición de bandas sonoras (Local hero y La princesa prometida se cuentan entre las numerosas películas a las que Mark ha puesto música).

Grabado el 22 y 23 de junio de 1983, y con hora y media larga de longitud, Alchemy resume mejor que ningún otro directo o recopilatorio la trayectoria inicial de estos monstruos del rock. Este doble álbum contiene algunas de las mejores canciones de los cuatro primeros discos de Dire Straits (e incluso algún tema de Mark Knopfler, el frontman, voz y guitarra solista de la banda, en solitario).


Alchemy es uno de esos directos que merece la pena ver, y no solo escuchar. No es que Mark sea un bailarín excelente (más bien es vago en el escenario, el cabrón a veces parece tener horchata barata en las venas), ni tampoco los Dire fueron nunca una de esas bandas espectaculares del tipo de Pink Floyd, que entran casi tanto por los ojos que por los oídos. Pero algo tiene Alchemy, no sabría decir qué, que hace que uno vibre más si está viendo a la par que oyendo.

Empecemos a desgranar, tema por tema, este discazo.

Tras la presentación de la banda y un fragmento de Stargazer, tema instrumental compuesto por Mark Knopfler para el filme Local hero, aparece Once upon a time in the West. Debo reconocer que al principio esta canción no me mataba, pero escuchas sucesivas la han convertido para mí en uno de los temas más representativos de los Dire, y uno de los mejor construidos dentro de Alchemy. Este tema fue originalmente incluido en su segundo álbum de estudio Communiqué (1979).

Expresso love es una canción con una sencilla letra de temática amorosa que fue incluida por primera vez en el álbum Making movies (1980).


Pero, sin duda, el primer gran tema de Alchemy es Romeo and Juliet. Convertido en una épica canción de más de ocho minutos y medio de duración, este tema es otra de las mejores baladas que se han escrito en los ochenta. Su temática amorosa no le resta originalidad, el riff de guitarra es uno de los más conocidos y reconocidos, y cada verso de la canción es simplemente poesía. Emocionante el momento en el que Knopfler cambia la guitarra en mitad del desarrollo del tema para ejecutar la última parte instrumental. Qué arte, señores.

Sirvan como ejemplo las estrofas finales:

And all I do is miss you and the way we used to be,
and all I do is keep the beat and rock 'n roll company.
All I do is kiss you through the bars of a rhyme.
Juliet, I'd do the stars with you any time

Juliet, when we made love you used to cry.

You said I love you like the stars above I'll love you till I die.
And there's a place for us... You know the movie song.
When you gonna realise it was just that the time was wrong Juliet? 


(Y todo lo que hago es perderte, y la forma en que estábamos,
y todo lo que hago es conservar el ritmo y la compañía del rock 'n roll.
Todo lo que hago es besarte a través de los compases de una rima.
Julieta, haría las estrellas contigo en cualquier momento.

Julieta, cuando hacíamos el amor solías llorar.
Decías: "Te quiero como a las estrellas, te amaré hasta que muera".
Y hay un lugar para nosotros... Ya sabes, la canción de la película.
¿Cuándo vas a darte cuenta de que simplemente era el momento equivocado, Julieta?)



Después viene Love over gold, canción que daría nombre al cuarto de los álbumes de Dire Straits. Lo más reseñable de este tema es el papel protagonista que le da Mark a la guitarra española. Y más adelante, Private investigations, de tonalidad algo más oscura, enmarcada dentro del rock progresivo en el que se volcó el grupo justo antes de la grabación de Alchemy.

Ambos temas preceden al que sin duda alguna es el clímax de Alchemy. Inmensa, larga, exultante, plagada de solos trepidantes y de increíbles diálogos entre la guitarra de Mark Knopfler y los teclados de Alan Clark y Tommy Mandell (Guy Fletcher se incorporaría posteriormente a la plantilla de los Dire). Así es la versión de Sultans of swing que la banda británica nos brinda en Alchemy. Este fue el tema que me introdujo en el mundo del rock, y gracias al cual empecé a interesarme cada vez más por el género rey de la música moderna, de modo que tengo mucho que agradecerles a los Dire Straits, y por ello siempre se encontrarán entre mis grupos predilectos.

Más de diez minutos dura este Sultans, e increíblemente en ningún momento pierde intensidad. Las bajadas y subidas de ritmo, la letra acerca de la propia música y de la fama, la voz despreocupada y el sonido pulcro y sin errores de la guitarra de Knopfler confluyen en este emocionante tema. Creo no exagerar si digo que habré escuchado esta versión de Sultans of swing unas cien veces, y aún me hace vibrar como la vez que me la descubrieron (¡gracias, David!).


El segundo disco de Alchemy empieza tan bien como acaba el primero. Two young lovers, una alegre pieza a ritmo de twister, y la larga Tunnel of love, acerca de la conocida atracción de feria, son las dignas encargadas de preceder a Telegraph road, que es el tercer gran tema de Alchemy.

También publicada originalmente en el álbum Love over gold, y vagamente inspirada en la novela Growth of the soul, de Knut Hamsun (Premio Nobel de Literatura en 1920), Telegraph road narra a ratos la historia de la fundación y posterior decadencia de una ciudad, a ratos habla sobre una relación amorosa... A veces nostálgica, otras veces esperanzadora, y casi siempre de difícil interpretación (al menos en su conjunto), este tema es uno de los más famosos de la banda, y bien merecido lo tiene. Los dos grandes solos de guitarra que se suceden, y los minutos finales in crescendo son los momentos claves de esta larga canción que, por otra parte, apenas tuvo promoción (fue precisamente su duración la que impidió su difusión por la mayor parte de las emisoras de radio).


El concierto va tocando a su fin con Solid rock, una pieza más dura que el resto de los temas que componen Alchemy. Debo decir que recuerda bastante a Money for nothing, con el que -para ser honestos- nunca he acabado de congeniar. La pieza final es el tema principal del filme Local hero, cuya banda sonora compuso Mark Knopfler (no he visto la película, pero tengo entendido que vale más la música que la cinta en sí). Going home, se llama. Más sencilla no podría ser: sobre un fondo de teclado bastante simple, Mark hace gala de su impresionante destreza con la guitarra, obligándola a hablar como pocos pueden.

Una última curiosidad antes de dejaros el disco y despedirme: parece ser que Terry Williams, el batería, quien por otra parte debió de pasárselo pipa en la grabación de Alchemy, metió la pata en la grabación del primer día, y por ello un fragmento de Sultans of swing se corresponde con la actuación del segundo día. Algunos defienden que la descompensación vídeo/audio es evidente, aunque yo soy incapaz de localizar el momento: parece que lo editaron bastante bien.

Aquí el disco. ¡Gracias por leer!

4 comentarios:

David León dijo...

Mi querido señor Piano, no puedo decir otra cosa salvo bravo a esta entrada. Ya iba siendo hora de que me estrenase en cuanto a comentarios en su blog y no podía haber una entrada más apropiada para ello, bien lo sabe.

Alchemy sin duda es la grabación más grande de los Dire y con ella tocaron techo hasta hacerle un agujero. Cada tema hace gala del esfuerzo y el amor por la música que todos los integrantes sentían participando. Así mismo, como cada disco en directo, está plagado de curiosidades, leyendas y controversias.

Mencionemos por supuesto una de las más destacables como es la propia Once Upon a Time in the West, canción que en si integra fragmentos de Comunique y de Dire Straits (sus dos anteriores álbumes) y es esta mezcla alquímica la que da nombre al directo como no podía ser de otro modo.

También se da esto a lo largo de toda la obra. En Romeo & Juliet por ejemplo, aparecen fragmentos muy fácilmente reconocibles de Love Over Gold, tema que fue incluido en el recopilatorio "Sultans of Swing" tal cual fue interpretado en vivo.

Hablando ya de Romeo & Juliet, personalmente ya le he comentado en innumerables ocasiones mi pasión por esta canción, en especial en este disco. La canción es tan hermosa como cierta, representa toda la dulzura imaginaria que puedes hallar en una relación y la crudeza y sequedad que hay cuando ésta termina. Es ruda y real, una obra maestra en toda regla, que me invita a citar a Kansas en su canción “the wall” con la frase “the moment is a masterpiece” – el instante es una obra maestra- la cual siempre me hace acordarme del final de Romeo & Juliet, con ese final en piano. Unas notas lapidarias que ablandan este corazón.
Sultans of Swing, qué decir de esta maravilla que no haya sido ya plasmada miles y miles de veces. Una canción que describe esas verdaderas bandas que tocan porque quieren hacer Rock&Roll por pasión y no por negocio, algo que se va perdiendo un poco cada día. Todo lo demás ya lo ah dicho usted. Me alegro de que haya disfrutado gracias a este temazo de toda la banda.
Como no me queda mucho tiempo más para comentar que Solid Rock es una canción que siempre me sorprende en este directo, no importa las veces que la oigo. Un final espectacular para el mejor disco que he escuchado en mi vida.

Gárgaras dijo...

Amén, hermanos.

Mr. No One dijo...

Lo de incluir pequeños motivos musicales de unas canciones dentro de otras es un recurso empleado habitualmente por los Dire Straits, como bien sabe usted...

En efecto, Alchemy es rock en estado puro, pero un rock que además es elegante, comedido y estudiado. Sorprende encontrar un disco de este tipo en plenos años ochenta, cuando el movimiento punk estaba en pleno auge y lo único que vendía eran los cantantes desgañitándose a gritos, los bailes convulsivos, las melenas largas (Knopfler nunca pudo presumir de eso...), y los guitarristas que destrozaban a golpes sus instrumentos en el escenario.

Todo eso tiene su encanto, pero Alchemy es como una isla de racionalidad en medio de un mar de caos. Y lo tuvieron complicado, pero lo consiguieron.

Bruno Rossegador dijo...

Tremendo disco, creo que de mejor en directo

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