sábado, 31 de diciembre de 2011

Nihilismo, tortas e Ikea


Mr. No One y un servidor estamos a la derecha, fuera de plano
¡Estrenamos "sección"! Y pongo sección entre comillas porque en realidad no es tal, sino una especie de nuevo modelo de entrada. En estas entradas comentaremos al mismo tiempo un libro y su adaptación cinematográfica. Creo que es una idea interesante, porque además de hacer dos entradas en una (¡menos esfuerzo!), añade una nueva dimensión a la reseña al permitir comparar una misma historia en un medio y otro. Así, podréis saber si la adaptación de ese libro que tanto os gustó merece la pena, o interesaros por la fuente original de aquella otra película que os fascinó, o saber cuál de las dos opciones es más recomendable, si no habéis visto o leído ninguna de las dos opciones. Y es que no siempre se puede decir aquello de "Me gustó más el libro".

Un ejemplo de esto (siempre según mi humilde opinión, claro) es El club de lucha (1996), la novela de Chuck Palahniuk, y la adaptación de la misma, dirigida por David Fincher en 1999. No es que el libro sea malo, pero tampoco es extraordinario; además, la puesta en escena de su versión en celuloide, con una banda sonora excepcional y el trío protagonista (Edward Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter) llenando la pantalla cada vez que la cámara les enfoca, hace ganar enteros a una historia de por sí ya interesante. Veamos qué tenemos entre manos:

SINOPSIS (común)

El protagonista (Edward Norton)es un hombre encerrado en una vida de rutina, mediocridad y decoración minimalista. Aunque no haya nada en particular que pueda provocarlo, padece un terrible insomnio. Tiempo después descubre el que parecer ser el único remedio: acudir a grupos de apoyo, aunque no sufra cáncer, ni sea alcohólico, ni le hayan extirpado los testículos. De esta forma, todo parece regresar a su cauce habitual...

...hasta que dos personas lo desbaratan todo, cada uno por su lado y a su manera, más sutil o más explosiva. Estas dos personas no son otros que Tyler Durden (Brad Pitt) y Marla Singer (Bonham Carter), dos personajes que poco tienen de normales.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Superación personal y colectiva


¿Thom Yorke en plan onanista? No, un muñeco que se le parece
Continuando con nuestra Semana Radiohead (semi-oficial, casi espontánea y no publicitada...), os traemos otro disco más de estos grandes artistas. Como somos tan chachis, empezamos a comentar la discografía de un grupo por su penúltimo disco y continuamos con el segundo. En general, este orden es muy poco propicio: ¿dónde quedan la evolución, la continuidad entre álbumes sucesivos, esa self-influence presente en la carrera de todos los artistas? Difícilmente se podrá percibir todo esto saltando de un disco a otro aleatoriamente, ¿no? Sin embargo, ésto no es así cuando el grupo que sube a la palestra es Radiohead. Estos buenos señores saben inventarse en cada disco, haciéndolo distinto del anterior y sin sentar ningún precedente para el siguiente, con la experimentación como única constante.

domingo, 25 de diciembre de 2011

La cohesión hecha música

Hoy voy a hablar de una de las bandas más influyentes en el rock de los últimos años, si no la más influyente. Se trata de Radiohead, un quinteto inglés liderado por Thom Yorke (voz, guitarra rítmica, teclados y efectos de sonido), e integrado además por Johnny Greenwood (guitarra solista y teclados), Ed O' Brien (guitarra, efectos de sonido, piano y coros), Colin Greenwood (bajo, teclados y sintetizador) y Phil Selway (batería).

La banda al completo
La publicación del infravalorado Hail to the thief en el año 2003, supuso un punto de inflexión en la trayectoria de Radiohead, pues con él dejaron de lado ese sonido tan extremadamente experimental como el que desarrollaron en los magníficos Kid A (2000) y Amnesiac (2001), para regresar a unas raíces más puramente rockeras, menos complicadas de escuchar. O al menos parcialmente, porque siempre supieron conservar su carácter anticomercial, como corresponde a lo que son: casi un grupo "de culto".

Es precisamente este uno de los aspectos que mejor caracteriza a Radiohead: su increíble capacidad para hacer que crítica y público se pongan de acuerdo cada vez que un nuevo álbum de la banda sale al mercado. Y es que, hasta la fecha (y con la posible excepción del último, The king of limbs, pero esto es una opinión personal) estos tíos se superan con cada disco que sacan, aunque pareciera imposible mejorar lo hecho anteriormente. En efecto, parece que Radiohead ha demostrado que sí es posible "lavar más blanco".

jueves, 22 de diciembre de 2011

Los otros Camel (no los cigarros)


Aunque mi compañero Mr. No One intente introducir algo de variedad en este nuestro blog (él y su música moderna, psst), yo sigo erre que erre con algunos de mis discos favoritos, la mayoría antiguos. Prometo algún cambio para la siguiente reseña musical: traeré un disco de hace sólo 16 años.

Pero hoy toca uno publicado hace nada más ni nada menos que 35 años, allá por 1976: Moonmadness, de los británicos Camel. Éste es un grupo que, en mi opinión, encarna a la perfección los, digamos, valores del movimiento progressive de los 70: una rica instrumentación, que tiene un papel predominante en todas las canciones; la abundancia de canciones instrumentales con grandes dosis de experimentación; y unas letras trabajadas y en general muy sugerentes. A pesar de eso, no suele aparecer en las listas de "Mejores grupos" de tal o cual época, de tal o cual género. "Entonces no será para tanto, el grupito este", pensarás. Pues intentaré convencerte de lo contrario, desconfiado lector.

martes, 20 de diciembre de 2011

Avellaneda, Avellaneda...


Dado que terminó la encuesta acerca de qué preferíais que reseñara primero dando una aplastante victoria a La tregua, de Mario Benedetti, con tres votos sobre un total de tres votos (me gustaría saber quién es la tercera persona que votó), paso a comentar esta novelita tan interesante. Como es habitual, primero el argumento a grandes rasgos:

SINOPSIS

A Martín Santomé le faltan sólo seis meses y veintiocho días para poder jubilarse. Es exactamente el tiempo que le queda antes de cumplir los cincuenta años, y más allá de esa fecha, el ocio, al que ya consagra buena parte de sus reflexiones. Éstas quedan reflejadas en un diario, en el que escribirá no sólo acerca de su trabajo, también sobre sus hijos, sus amistades y la vida en general. La rutina y el hastío dominan su vida, hasta que un cierto elemento hace su aparición, trastocando su vida por completo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

El poder de la sugerencia

Siempre me han llamado mucho más la atención aquellos cantantes o bandas musicales que tienen la capacidad dar a entender sin llegar a decirlo todo, de retar al oyente a que interprete la canción a su modo, de tal forma que en cada momento signifique algo diferente; en definitiva, de sugerir más que narrar simple y llanamente. Los temas de estos autores suelen ser una fuente inagotable de sorpresa: cada vez que escuchas una canción así descubres nuevos matices en los que antes no habías caído.

Iván Ferreiro es uno los pocos rockeros españoles que consigue reunir en su música estas características (al menos, yo no conozco a muchos más, si bien es cierto que no estoy muy puesto en el panorama actual del rock español), y por eso he decidido dedicarle esta reseña. Lo dice él mismo en la canción Rocco Sigfredi, a la que nos referiremos posteriormente:

Avería y redención, para ponerlo todo en la canción/Contarlo todo, sin decir cómo pasó/Es imposible no entenderlo.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Hay una mujer y hay cerillas, pero no es de Larsson


La niña que amaba las cerillas, de Gaétan Soucy

Es difícil decir de qué va este libro. Según uno lee la sinopsis se imagina una serie de hechos que después ni siquiera aparecen; en su lugar, Soucy nos entrega una historia extraña, macabra y muy interesante, con giros argumentales y un racionamiento extremo de la información al lector. Y todo en apenas 160 páginas.

SINOPSIS

Cuando una mañana los dos hermanos se encuentran a su padre muerto en su habitación, se sienten de pronto perdidos en un universo caótico y sin control; su padre, quien movía todos los hilos en el mundo que habitaban mediante sus mandatos perentorios y sus palizas, ya no está para dirigirlos y sin él se sienten confusos y perdidos. ¿Qué deberán hacer a partir de ahora?

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El realismo musical y la crítica censurada


El disco cuya portada podéis ver a la izquierda es, junto con The Wall, de los Pink Floyd, uno de los culpables de mi iniciación a la música y mi predilección por el rock progresivo. Es el disco de 1971 Aqualung, del grupo británico Jethro Tull, que es, hoy por hoy, la banda de rock en activo con más años de carrera después de los incombustibles Rolling Stones. Fue el primer gran éxito del grupo, aunque tras de sí tiene tres discos bastante apreciables, especialmente el inmediatamente anterior, Benefit. Además, significa la culminación de la evolución del grupo hacia el folk rock.

Es en este disco cuando alcanzan, en mi opinión, una de las cimas compositivas de su carrera, sólo superada por Thick as a brick (1972), una obra maestra de la que ya hablaré más adelante, en otra reseña. Este Aqualung es un disco controvertido, extraño y genial. Sus letras sobre los bajos fondos y los desechos de la sociedad, y la crítica feroz que hace de las religiones organizadas (especialmente la Iglesia anglicana, por aquello de la cercanía) le valieron no pocas críticas e incluso la censura en su versión para España, publicada allá por 1976.

lunes, 12 de diciembre de 2011

El piano, un instrumento de locos


La pianista, de Elfriede Jelinek

No tenía pensado hacer una reseña de este libro Es un libro duro, raro, de esos que parece mejor no comentar largo y tendido porque siempre se dejaría algo en el tintero. Pero aquí está la reseña. Me ha gustado y no me ha gustado; por una parte, la historia que propone la autora es sencillamente escalofriante, perturbadora y a la vez muy atractiva. Por otra, la forma en que presenta esta historia es poco accesible y a ratos tenía que obligarme a mí mismo a continuar. No por falta de interés, que conste. Aviso, la reseña es larga y desvelo alguna que otra cosa del argumento (tengo que empezar a cambiar esto...).

SINOPSIS

Erika Kohut es una mujer que ha alcanzado una cierta edad sin apenas salir de su mundo de música y hogar familiar: cualquier intento de mirar más allá es automáticamente coartado por su madre, una mujer posesiva, asocial y, a menudo, cruel. En estas circunstancias pasa Erika Kohut su vida entre su casa y la escuela donde da clase de piano; la severidad y austeridad impuestas han hecho mella en ella, y apenas hace esfuerzos de resistencia ante su madre, quien la maneja casi a placer.

Pero los cimientos de esta situación se tambalearán cuando, en la escuela, un joven alumno llamado Walter Klemmer se enamora de ella. Esto hará que Erika comience a cuestionarse su pasado y su presente, y tal vez a luchar por su futuro.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Un debut espectacular

La película impresiona desde la primera escena. En ella, una muchacha ligera de ropa y tendida en la cama está siendo grabada por alguien a quien no vemos, mientras la escuchamos quejarse de su familia: "Yo necesito un padre ejemplar, no un niñato capullo que manche los calzoncillos cuando traigo a casa a una amiga del colegio. Qué gilipollas. Deberían sacrificarle, y que deje ya de sufrir", dice ella. "¿Quieres que lo mate?", responde el que graba, con la tranquilidad del que pregunta la hora.

La chica reflexiona un instante en silencio, se incorpora, mira fijamente a la cámara y responde con un simple: "sí, ¿lo harías?"

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Y si esta vez te quedaras?


Eternal sunshine of the spotless mind, de Michael Gondry (2004)

Llegué a esta película de una forma bastante casual. Vi en alguna página una crítica en la que la recomendaban, pero, tonto de mí, el que fuera de Jim Carrey, que en español se titulase ¡Olvídate de mí! y que tuviera el póster promocional que tiene me hizo pasarla por alto. Horas después estaba ojeando la película Melancholía, de Lars von Trier, y curioseando la ficha de Kirsten Dunst en la Wikipedia vi que participaba en la película que hoy nos ocupa. Por aquello de que las casualidades a veces son indicaciones del destino (aunque Winslet y Dunst también ayudaron), me decidí a verla. Me encantó. Y Jim Carrey hace un papelón.

SINOPSIS

Joel Barish (Jim Carrey) es un tipo solitario, tímido. Por eso le resulta inexplicable por qué, siguiendo un impulso irresistible, se ha subido en un tren en dirección a Montauk, Nueva York, en vez de tomar la línea que debería llevarle al trabajo. Una vez allí, mirando el mar en pleno invierno, inicia una breve introspección (“¿Qué debería hacer con mi vida?”). En el tren de vuelta, conoce a una mujer bastante peculiar, extrovertida, soñadora, diametralmente opuesta a él: se llama Clementine Kruczynski (Kate Winslet). Todo empieza con un tópico: ¿no nos hemos visto antes? Esto es cierto, pero no en el sentido que ambos piensan.


El título original de la película (me niego a llamarla por la adaptación española) es Eternal sunshine of the spotless mind (“Eterno resplandor de una mente inmaculada”). Supongo que quisieron atraer al público habitual de Carrey, disfrazar el film como una de esas comedias tontas que infestan los cines en fiestas. Pues esos fans de la comedia de Carrey se llevarían una desilusión, porque de comedia no tiene apenas nada. La historia en sí es dramática, pero es que además plantea unas ideas que tienen mucha enjundia.

domingo, 4 de diciembre de 2011

El mejor directo de Bruce

Todos conocemos a Bruce Springsteen. Incluso a los menos aficionados a nuestro género musical favorito les suena el nombre de "El Jefe". Y es que, a pesar de que la carrera del rockero de New Jersey ha estado salpicada de altibajos (los 90 no fueron precisamente su mejor época), es innegable que su influencia en la historia de la música reciente ha sido decisiva a todas luces.

Springsteen absorbió como una esponja todo lo que podía escuchar en la radio durante su infancia y adolescencia, en los 50 y 60. Ya lo dice él mismo en No Surrender, tema del celebérrimo Born in the USA (1984):

We learned more from a 3-minute record, baby/than we ever learned in school. ("Aprendimos más de una grabación de tres minutos, nena/de lo que jamás aprendimos en la escuela").

Conoció la música de Bob Dylan gracias a su madre, que era fiel admiradora del cantautor, y esta influencia quedaría tan marcada en él que fue el Boss quien indujo a Dylan en el Rock and Roll Hall of Fame allá en 1988, dedicándole una emotiva versión de The Times They Are A-Changin'. Pero lo cierto es que Bruce no tomó la firme decisión de entregarse en cuerpo y alma a la música hasta que vio una actuación de Elvis Presley en la televisión, cuando contaba 13 años de edad. Él mismo corrobora ambas influencias con su famosa sentencia: "En la música, si Elvis puso el cuerpo, Bob puso el cerebro".

viernes, 2 de diciembre de 2011

De la rebelión anfibia


La piel fría, de Albert Sánchez Piñol

Atraído por su temática y por las buenas críticas que había leído, hice una visita rápida a la biblioteca para coger, entre otros, este libro de apenas trescientas páginas. Acometí su lectura con altas expectativas, y la terminé con la satisfacción de que no se vieran defraudadas.

SINOPSIS

El protagonista (un hombre innominado), antiguo activista del IRA irlandés, arriba a una isla perdida cercana a la Antártida para sustituir al oficial atmosférico que opera en dicha isla. Desde el momento que pisa la isla algo parece no marchar como debería: el hombre al que debe sustituir no aparece por ninguna parte; la única otra presencia humana en la isla, el operario del faro llamado Batís Caffó, parece haber perdido la razón; y en la isla reina un extraño silencio.

Pero todo esto queda en un segundo plano cuando, al llegar la noche, empieza a oír ruidos alrededor de la casa, y, cuando ve un brazo azul metiéndose por la gatera de la puerta de la casa donde se hospeda, descubre que está siendo atacado por unos seres que poco tienen de humanos…