domingo, 25 de diciembre de 2011

La cohesión hecha música

Hoy voy a hablar de una de las bandas más influyentes en el rock de los últimos años, si no la más influyente. Se trata de Radiohead, un quinteto inglés liderado por Thom Yorke (voz, guitarra rítmica, teclados y efectos de sonido), e integrado además por Johnny Greenwood (guitarra solista y teclados), Ed O' Brien (guitarra, efectos de sonido, piano y coros), Colin Greenwood (bajo, teclados y sintetizador) y Phil Selway (batería).

La banda al completo
La publicación del infravalorado Hail to the thief en el año 2003, supuso un punto de inflexión en la trayectoria de Radiohead, pues con él dejaron de lado ese sonido tan extremadamente experimental como el que desarrollaron en los magníficos Kid A (2000) y Amnesiac (2001), para regresar a unas raíces más puramente rockeras, menos complicadas de escuchar. O al menos parcialmente, porque siempre supieron conservar su carácter anticomercial, como corresponde a lo que son: casi un grupo "de culto".

Es precisamente este uno de los aspectos que mejor caracteriza a Radiohead: su increíble capacidad para hacer que crítica y público se pongan de acuerdo cada vez que un nuevo álbum de la banda sale al mercado. Y es que, hasta la fecha (y con la posible excepción del último, The king of limbs, pero esto es una opinión personal) estos tíos se superan con cada disco que sacan, aunque pareciera imposible mejorar lo hecho anteriormente. En efecto, parece que Radiohead ha demostrado que sí es posible "lavar más blanco".


Y esto me lleva a hablar del que es mi álbum preferido de Radiohead, y uno de los imprescindibles en mi vida. Tras el sencillo título In rainbows (2007), se esconde un disco casi perfecto, bien pensado, coherente, experimental pero al mismo tiempo fácil de escuchar. O al menos, no tan complicado como los ya mencionados Kid A y Amnesiac, que pueden llegar a repeler en una primera escucha a un oyente no acostumbrado al sonido de Radiohead (la verdad, a mí me costó varios intentos digerirlos, pero ahora me parecen obras maestras).

Y es que en In rainbows no solo se fusionan el rock y la experimentación: los sintetizadores y la electrónica, el jazz, e incluso el exotismo que le otorga el uso de instrumentos poco habituales en el rock tales como las ondas Martenot, las cuerdas o la celesta, convierten a este en uno de los mejores álbumes de Radiohead. Porque toda esta heterogeneidad de estilos no les hace perder la compostura en ningún momento: la gran carga electrónica no te hace olvidar que estás escuchando a un grupo de rock alternativo, los giros rítmicos y armónicos son abundantes, originales y sorprendentes, la voz de Thom y su inconfundible falsete son sencillamente brillantes... Y todos estos elementos se unen con una regularidad pasmosa, como si cada cuerda pulsada, cada caja percutida, cada nota fuese la que tiene que ser y no otra. In rainbows es uno de esos discos que podríamos llamar "fatalistas", porque en ellos cada frase es consecuencia de la anterior, y cada elemento depende de todos los demás de tal forma que no podrías cambiar uno solo sin que toda la estructura se tambalease y cayera.

Esto es para mí In rainbows: el álbum más heterogéneo, pero a la vez más compacto, regular y mejor construido de Radiohead. En él, parece que hasta la longitud está pensada al milímetro: 42 minutos y medio, lo suficientemente largo como para no decepcionar y lo suficientemente escueto como para decir lo que tiene que decir sin rodeos, sin repeticiones y lo más importante, sin aburrir.

La primera pista, 15 step, es un aviso de lo que nos vamos a encontrar en el resto del disco: una caja de ritmos abre el álbum, y en seguida entra la aguda voz de Thom Yorke:
Thom Yorke

How come I end up where I started?
How come I end up where I went wrong?
Won’t take my eyes off the ball again.

You reel me out and you cut the string.

(¿Cómo es que terminé donde comencé?
¿Cómo es que terminé donde me equivoqué?
No me sacarás los ojos otra vez.
Haces que me tambalee, y luego me cortas la cuerda.)

Unos momentos después, las guitarras y la batería entran para desarrollar el resto de la canción, que parece tratar del deterioro de una relación que parecía idílica (como todas, supongo):


You used to be alright.
What happened?
Did the cat get your tongue?
Did your string come undone?


(Antes estabas conforme.
¿Qué pasó?
¿Te comió la lengua el gato?
¿Se te rompió la cuerda?)

Una pequeña curiosidad: para esta canción, Radiohead solicitó la colaboración de un grupo de niños del Matrix Music School & Arts Centre, cuyas voces (o más bien, gritos) pueden escucharse en el minuto 2:13 del tema.

Nude es el tercer corte del disco, y el segundo single que extrajeron de él. Acompañada de un ritmo suave y lento y una voz envolvente, la letra es una de las más pesimistas del álbum. Así es como termina:
Johnny Greenwood

Don’t get any big ideas
They’re not gonna happen
You’ll go to hell
For what your dirty mind is thinking.


(No tengas buenas ideas,
no van a ocurrir nunca.
Te vas a ir al infierno
a causa de tus sucios pensamientos.)

Sigue Weird fishes/Arpeggi, una de mis preferidas por el ritmo tan peculiar que la sustenta. En este tema, las guitarras parecen sublimarse a la batería, acompañándola, completando lo que ella dice. Se emplean como instrumentos rítmicos más que solistas, lo cual es raro en una canción de rock no acústica. Pero es que además, la idea funciona.

La letra, como todas las de Radiohead, es difícil de interpretar. Pero el siguiente párrafo hace pensar que se trata de una canción de amor, o de la necesidad de cambiar para conseguir algo que se desea. O tal vez de las dos cosas al mismo tiempo:


Ed O' Brien
In the deepest ocean
The bottom of the sea
Your eyes

They turn me.
Why should I stay here?
Why should I stay?
I’d be crazy not to follow
Follow where you lead.
Your eyes
They turn me.


(En el océano más profundo,
en el fondo del mar,
tus ojos
me transforman.
¿Por qué debería quedarme aquí?
¿Por qué debería quedarme?
Estaría loco si no te siguiera,
si no fuera adonde tú vas.
Tus ojos
me transforman.)

All I need y Faust arp son también acojonantemente buenas, en la línea de Weird fishes. Reckoner, la canción que ocupa la séptima pista, es considerada por algunos la pieza central del álbum, algo así como su piedra angular: el tema que contiene y resume en sí mismo todos los demás. Los que así opinan piensan que In rainbows trata del disfruta la vida, vive el momento y deja vivir (tal afirmación me parece algo exagerada, teniendo en cuenta que hablamos de una banda tan críptica como Radiohead). En esta canción pueden oírse de fondo, en los coros, las palabras que dan nombre al disco, lo que refuerza la teoría que acabamos de explicar, y es una de las más optimistas del álbum, al menos en cuanto a la música.

Y así, a lo tonto, hemos llegado a las tres últimas pistas del disco. Lejos de decaer en intensidad, estos temas se cuentan entre los mejores del álbum (y de la carrera reciente de Radiohead).

De House of cards me resultó curiosa la sentencia del principio:

Colin Greenwood
I don’t want to be your friend,
I just want to be your lover.
No matter how it ends,
No matter how it starts.
Forget about your house of cards
And I’ll do mine.


(No quiero ser tu amigo,
solo quiero ser tu amante.
Sin importar cómo acabe,
sin importar cómo empiece.
Olvida tu castillo de naipes,
que yo haré el mío.)

Por lo demás, es una canción muy reposada, muy Radiohead. Destacan los efectos de sonido, especialmente los ecos, que le dan una atmósfera especial a la canción.

En el noveno corte tenemos Jigsaw falling into place, inspirada en las vivencias nocturnas de Thom Yorke cuando callejeaba por Oxford. Fue el primer single que se extrajo de In rainbows, y también una de mis canciones favoritas del grupo. Su significado es algo más claro: trata sobre la libertad entendida como la pérdida absoluta del control sobre uno mismo; sobre el Carpe diem, sobre emborracharse, drogarse, echar un polvo y, por qué no, enamorarse. Pero también, según palabras del propio Thom, sobre aquellos que "beben hasta el hastío y se hacen mierda para olvidar".

El falsete del señor Yorke, que comienza en la segunda mitad del tema y se prolonga hasta el final, simplemente pone los pelos de punta.
Phil Selway

Jigsaw falling into place,
So there is nothing to explain.
You eye each other as you pass
She looks back, you look back.
Not just once,
Not just twice.


(Un rompecabezas resolviéndose,
no hay nada qué explicar.
Os miráis el uno al otro mientras camináis,
ella mira atrás, tú miras atrás,
no solo una vez,
no solo dos.)


Solo un grupo como Radiohead podría permitirse cerrar un disco con una canción como Videotape, la única que tras una primera escucha nos desentonaría, la única que, en principio, no cuadraría con la regularidad y la cohesión que antes hemos mencionado.

Para empezar, porque es también el único tema completamente acústico, una balada minimalista en la que la voz de Thom, casi desnuda, se acompaña solamente de un débil piano y de un extraño ritmo de batería que va ampliándose en tiempo e intensidad a medida que progresa la canción. Desde mi humilde opinión, esta canción es una clara metáfora sobre la muerte, tratada desde un punto de vista asombrosamente frío y aséptico:

Thom Yorke y Michael Stipe,
cantante y líder de R.E.M.
son íntimos amigos
When I’m at the Pearly Gates,
This’ll be on my videotape.
My videotape.
My videotape.

Mephistopholis is just beneath,
And he’s reaching up to grab me.

(Cuando esté ante las Puertas Celestiales,
esto estará en mi cinta de vídeo.
Mi cinta de vídeo.
Mi cinta de vídeo.
Mefistófeles estará justo debajo,
y se acercará para agarrarme.)

Y ya en el final:
Thom Yorke durante la grabación de Videotape
para el programa Live from the basement


This is my way of saying goodbye,
Because I can’t do it face to face,
So I’m talking to you before…
No matter what happens now
I won’t be afraid
Because I know
Today has been the most perfect day
I have ever seen.

(Esta es mi forma de despedirme,
pues no lo puedo hacer frente a frente,
así que te hablo antes de que...
No importa lo que vaya a pasar.
No tendré miedo
pues sé
que hoy ha sido el día más perfecto
que jamás he visto.)

En 2009, dos años más tarde de la aparición de In rainbows, Radiohead puso a la venta un segundo CD con bonustracks y caras B. No entraré a desgranarlo tema por tema, pero es altamente recomendable. Simplemente mencionaré Last flowers, una canción que me recuerda (por la forma) a Videotape.

Como dato curioso, merece la pena reseñar que Radiohead fue una de las primeras bandas en establecer un medio de pago en el que el consumidor es quien decide cuánto pagar por el disco, y precisamente fue con In rainbows. Esta idea ciertamente les hizo perder dinero en un principio (la tercera parte de los que se descargaron las canciones no les dejaron ni un céntimo), pero en cambio tuvo su recompensa en los conciertos, a los que consiguieron atraer a un público más joven. Este es otro de los atractivos del álbum que hoy nos ha ocupado: el gran riesgo que entrañó sacarlo a la luz, en todos los sentidos.

No me extiendo más. Aquí podéis bajar el disco.

Y en el vídeo siguiente podéis escucharlo en directo, en el genial directo From the basement, programa para el que también han grabado otras grandes bandas. Aquí, los temas de In rainbows aparecen junto a otros temas de discos anteriores y algún que otro tema inédito. Lo único que se echa de menos es el tema Jigsaw falling into place, que inexplicablemente no interpretaron en esta ocasión:


3 comentarios:

Mr. Nobody dijo...

Un gran disco de una de las mejores bandas de los últimos treinta años. De todo el disco, me quedaría sobre todo con "Reckoner", "All I need" y "Videotape". No me parece que ésta última desentone tanto; si te fijas es algo casi habitual en RH poner como pista final una canción que no guarda demasiada relación con el resto del disco, y siempre es más bien lenta, con la salvedad de "A wolf at the door" de Hail to the thief, pero, efectivamente, este disco es para dar de comer aparte.

El Bonus CD tiene un gran nivel, en general bastante por encima del de The King of Limbs, pero destacaría también la genial "4 minute warning" *_*

Mr. No One dijo...

No es que "Videotape" desentone: una vez que has escuchado el álbum unas cuantas veces te das cuenta de que forma parte de la totalidad del álbum y de que encaja a la perfección. Pero, por otra parte, es cierto que en una primera escucha es la que se hace más "extraña" al oído, y como bien dices, la que menos relación guarda (aparentemente) con el resto de los temas.

De hecho, la primera vez que oí "In rainbows" completo, pensé que hubiese sido mejor terminar la faena con "Jigsaw falling into place" y dejar "Videotape" para el disco de bonustracks. No me lo tengas en cuenta, con el tiempo he cambiado de opinión y ahora "Videotape" me parece tan imprescindible en "In rainbows" como las otras que has mencionado.

Por otra parte, y ya que mencionas el bonus CD del reciente "The King of Limbs", te diré que, si bien es cierto que no llega a superar al disco de bonustracks de "In rainbows", sí me pareció mucho mejor que el propio "The King of Limbs". Tanto "Supercollider" y "The butcher" como "The daily mail" y "Starcaise", que escribieron para el segundo Live from the Basement que grabaron, si no estoy yo equivocado. Sobre todo "The daily mail", qué pedazo de canción, madre...

Mr. Nobody dijo...

Bueno, de esas canciones sueltas que han ido apareciendo, reconozco que Supercollider directamente no me gusta, Harry Patch (in memory of) es aburridilla, y The butcher no me dice demasiado, aunque el estribillo tiene su aquél. Me recuerdan mucho a TKOL, donde la melodía desaparece o la reducen a ritmos y percusiones... Staircase me ha reconciliado un poco con el Radiohead contemporáneo, y The daily mail me gusta mucho.

A ver por qué estilo se decantan en el disco previsto para 2012. Tengo grandes expectativas puestas en él.

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