El realismo musical y la crítica censurada

El disco cuya portada podéis ver a la izquierda es, junto con The Wall, de los Pink Floyd, uno de los culpables de mi iniciación a la música y mi predilección por el rock progresivo. Es el disco de 1971 Aqualung, del grupo británico Jethro Tull, que es, hoy por hoy, la banda de rock en activo con más años de carrera después de los incombustibles Rolling Stones. Fue el primer gran éxito del grupo, aunque tras de sí tiene tres discos bastante apreciables, especialmente el inmediatamente anterior, Benefit. Además, significa la culminación de la evolución del grupo hacia el folk rock.

Es en este disco cuando alcanzan, en mi opinión, una de las cimas compositivas de su carrera, sólo superada por Thick as a brick (1972), una obra maestra de la que ya hablaré más adelante, en otra reseña. Este Aqualung es un disco controvertido, extraño y genial. Sus letras sobre los bajos fondos y los desechos de la sociedad, y la crítica feroz que hace de las religiones organizadas (especialmente la Iglesia anglicana, por aquello de la cercanía) le valieron no pocas críticas e incluso la censura en su versión para España, publicada allá por 1976.

Ian Anderson, todo un virtuoso. ¡Toca más de diez instrumentos!

A su vez, la voz rasposa, chulesca y despreciativa de Ian Anderson, la dureza de sus guitarras y los característicos solos de flauta de Mr. Anderson dotan al disco de un carácter único y complejo, que no fue precisamente bienvenido en la época en que surgió el punk, nacido en parte como reacción frente a esta misma complejidad y grandilocuencia que eran la tónica habitual en el rock de los setenta.

La crítica también hinchó la napia a Ian Anderson en otro sentido, ya que se empeñaron en calificar este disco como un disco conceptual. El líder del grupo lo ha desmentido una y otra vez, diciendo que simplemente existe alguna que otra conexión entre varias canciones y ciertas similitudes temáticas. Tanto se llegó a insistir en el asunto que el disco posterior, Thick as a brick, surgió como respuesta de un enfadado Mr. Anderson: "¿Queríais un disco conceptual? Pues tomad disco conceptual." Les doy las gracias, señores críticos, por su pesadez e insistencia.

Las letras. Un disco cuyos primeros versos son los que siguen:

Sitting on a park bench
eyeing up little girl
with bad intent.
Snot running down his nose
greasy fingers smearing shabby clothes.
Drying in the cold sun
Watching as the frilly panties run.
Feeling like a dead duck
spitting out pieces of his broken luck.

Sentado en el banco de un parque
observando a una niña pequeña
con malas intenciones.
Con un moco colgando de su nariz,
los dedos grasientos, la ropa maloliente y embarrada.
Secándose al frío sol
mirando cómo corretean los pantis con volantes.
Sintiéndose como un pato muerto,
escupiendo los trozos de su suerte rota.

no puede ser un disco cualquiera. En esta canción, que es la que da nombre a la cara A del disco), se nos habla del personaje Aqualung, el vagabundo que aparece retratado en la portada. Es la canción más representativa del disco, junto con Locomotive breath y My god, y es la mejor muestra del estilo que predomina durante todo el disco: la voz desgarrada, el solo de flauta, diversos riffs de guitarra con una enorme fuerza... Este personaje vuelve a hacer aparición en la segunda canción del disco, Cross-eyed Mary, que protagoniza una niña que ejerce el oficio más viejo del mundo, y que es una de las que observa Aqualung en la anterior canción.

La cara B del disco se aleja de estos temas tan escabrosos para centrarse en la antes comentada crítica a la religión. La mejor muestra es el corte que da inicio y nombre a esta cara B: My god, una maravilla en la que Anderson nos presenta a un dios subyugado, sometido al hombre y encerrado en una "jaula de oro" ("Locked Him in His golden cage."), un dios "de todos y de nadie". Encierra una crítica brutal a la Iglesia anglicana, idólatra y retrógrada.

Salpicadas por el disco hallamos pequeñas canciones, al menos en lo que a duración se refiere, en las que encontramos a un Anderson un poco más relajado, con letras más ligeras y amables, como Cheap day return, o joyitas como Slipstream y Wond'ring aloud, de la que transcribo un fragmento para que veais que no todo es Aqualung:

Wond'ring aloud
How we feel today.
Last night sipped the sunset
My hands in her hair.
We are our own saviours
As we start both our hearts beating life
Into each other.

Reflexionando en voz alta
cómo nos sentimos hoy.
Anoche nos bebimos la puesta de sol,
mis manos entre su cabello.
Somos nuestros propios salvadores
cuando bombeamos vida con nuestros corazones
el uno al otro.

Nada de pedófilos, ¿eh? El disco termina con Wind up, todo un himno con el que cualquier desengañado con el tema religioso se sentirá a gusto. Pero antes tenemos Locomotive breath, la principal víctima de la censura en la versión española del disco. ¡La cortaron entera! Y es una canción grandiosa, desde la pieza de piano que la inicia, su ta-ta-ta-chan-chan-chan guitarrero inconfundible hasta el vertiginoso final de la canción. La canción trata de un hombre completamente destruido, al que su mujer engaña con su mejor amigo ("His woman and his best friend/ in bed and having fun.", "Su mujer y su mejor amigo/ en la cama, divirtiéndose." ) y sus hijos abandonan, que pide explicaciones a un dios silente y lejano.

Os dejo, para que lo degustéis, el tema Aqualung, y, si os gusta, un poquito más abajo tenéis el disco completo, en edición especial con algunos extras interesantes. Disfrutad de este gran disco.


Jethro Tull - Aqualung (1971)

Como extra, un live de Locomotive breath, para que veais que Ian Anderson es todo un personaje.