jueves, 22 de diciembre de 2011

Los otros Camel (no los cigarros)


Aunque mi compañero Mr. No One intente introducir algo de variedad en este nuestro blog (él y su música moderna, psst), yo sigo erre que erre con algunos de mis discos favoritos, la mayoría antiguos. Prometo algún cambio para la siguiente reseña musical: traeré un disco de hace sólo 16 años.

Pero hoy toca uno publicado hace nada más ni nada menos que 35 años, allá por 1976: Moonmadness, de los británicos Camel. Éste es un grupo que, en mi opinión, encarna a la perfección los, digamos, valores del movimiento progressive de los 70: una rica instrumentación, que tiene un papel predominante en todas las canciones; la abundancia de canciones instrumentales con grandes dosis de experimentación; y unas letras trabajadas y en general muy sugerentes. A pesar de eso, no suele aparecer en las listas de "Mejores grupos" de tal o cual época, de tal o cual género. "Entonces no será para tanto, el grupito este", pensarás. Pues intentaré convencerte de lo contrario, desconfiado lector.

Por supuesto, no es el primer disco de esta gran banda (pero mi poca profesionalidad me obliga a reseñar primero lo que más me gusta): su formación oficial data de 1971, y en los años que median entre esta fecha y la publicación de Moonmadness editaron otros tres discos buenos y muy variados, ya que tocan un gran abanico de estilos. El único que me pareció más flojo es The snow goose (1975), aunque tal vez porque sea mucho más plácido, más lento, más homogéneo. Nada que ver con éste, vaya.

El comienzo del disco puede resultar un poco descorazonador. La primera canción, Aristillus, es puramente instrumental, y no del todo agradable en una primera escucha, pero gana en las posteriores. Y, además, queda perdonado cuando llega el segundo corte y oímos la magnífica Song within a song, con un teclado y una flauta que penetran por los oídos lamiendo cada recoveco, y con su riff de guitarra que casi podría estar horas tarareando, mientras, atenuada, oímos una voz cantando la letra literalmente onírica. Me parece una canción formalmente perfecta, ya que siempre me ha evocado exactamente lo que cuenta, incluso cuando la escuché por primera vez y no entendía muy bien la letra (la cual, por cierto, tenéis al final de la entrada).

Después llega Chord change, otra instrumental más ligerita pero muy hermosa. Es una muestra más de la polivalencia de estos chicos, tanto a nivel estilístico como instrumental, con esos agudos coros, esos cambios de ritmo, ese solo de guitarra fantástico pasados los dos minutos y medio de canción... Esta es otra canción que, como Aristillus, en su día no aprecié. Claro, aún no había conocido a mis profetas: los señores de Jethro Tull y de Pink Floyd.
Está claro cuál era la moda imperante en aquellos años.
Camel, Pink Floyd, Yes... Todos iguales, melena al viento.

Con un estilo parecido a Song within a song tenemos Spirit of the water: una melodía suave de flauta, una voz atenuada y una letra cortita, pero intensa. Merece la pena echarle un vistazo. Para desperezarnos, justo después llega Another night, con unas guitarras mucho más potentes que las que han aparecido hasta ahora, un ritmo más rápido y una batería más marcada. La letra me recuerda mucho a Song within a song, en el sentido de que una habla de hundirse en el sueño, y otra en la noche. Pero es un defecto menor (tal vez forma parte del concepto del álbum), la canción me encanta.

La sexta y penúltima canción es, por así decirlo, la apoteosis final de este álbum, y a la vez un resumen del mismo. Yo interpreto la letra como el sueño que se nos anuncia en Song within a song (sí, he hecho Ctrl+C en el título de esa canción), mezclada con ese afán filosófico de Spirit of the water, teorizando sobre la vida y el mundo ("Life takes you up, it brings you down/ Changes the pain that remains/ Keep moving fast, the wind and the rain/ And if the world keeps spinning round/ You'll be back again", "La vida te eleva, te hunde/ Cambia el dolor que permanece/ Continúan moviéndose rápido, el viento y la lluvia/ Y si el mundo sigue girando/ Estarás de vuelta otra vez"). La instrumentación comprende todo lo visto hasta este momento, además de ese sintetizador que suena tan, tan bien. Termina con una canción instrumental más bien discreta, Lunar sea, correcta como epílogo al disco. De nuevo los teclados, el sintetizador... Muy agradable, especialmente la guitarra.

Y esto es todo, amigos. Como siempre, hablo mucho de lo que me gusta y poco de lo más importante, pero qué le vamos a hacer. Os dejo, como ya es costumbre, el disco con algún que otro extra (canciones en vivo que añaden unos cuantos matices a las de estudio), la canción Song within a song (Ctrl+C, Ctrl+V) y un intento de traducción de la misma. ¡Disfrutadla!

Camel - Moonmadness (1976)


The sun has left the sky
now you can close your eyes
leave all the world behind until tomorrow
the dream is like a song
it leads you on and on
the piper plays his tune so you must follow.
So far beyond the sky
not knowing how or why
you realize this feeling is forever
and though another day
may steal your dreams away
you and the song will always stay together
El sol ha abandonado el firmamento
ya puedes cerrar los ojos
dejar atrás el mundo hasta mañana
El sueño es como una canción
te conduce sin parar
el flautista toca su tonada, así que debes seguirle.
Muy lejos, más allá del cielo.
sin saber cómo o por qué
te das cuenta de que este sentimiento es eterno
y a pesar de que otro día
pueda arrebatarte tus sueños
tú y la canción estaréis siempre unidos.


1 comentarios:

Anónimo dijo...

que tal, tu post ya tiene seis años, de casualidad lo encontré, pienso que Camel es la banda mas infravalorada dentro del prog, a pesar de ello, considero a esta banda como una de las mejores, a diferencia de tu pensar el Snow Goose se me hace el mejor disco de la banda, la ejecución, el sentimiento y la historia que hay detrás del relato. Saludos

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