martes, 17 de abril de 2012

Obscured by the moon


Para desengrasar un poco de tanto libro -¿alguna sugerencia para la próxima reseña literaria?-, hoy vamos a continuar repasando la discografía de Pink Floyd. Toca hablar de Obscured by clouds (1972), el séptimo disco de estudio del grupo grabado como banda sonora para la película El valle, de Barbet Schroeder, su tercera y última aportación al mundo del cine tras el disco Music from the film More, también dirigida por Schroeder, y la banda sonora para la película The Committee (1968).

Al ser un proyecto separado de la obra, digamos, oficial de la banda, sus cuatro integrantes se permiten probar cosas nuevas sin la fuerte experimentación que les caracteriza, consiguiendo un sonido que poco tiene que ver con lo visto en Atom heart mother y Meddle y que marcaría su obra posterior, al menos en lo referente a la creación de atmósferas y la composición de discos con ciertos elementos presentes a lo largo de toda su duración, lo que desembocaría, probablemente, en la composición de eso que aquí nos gusta tanto, los discos conceptuales que plagan la época dorada de la banda. Todavía este álbum se compone de canciones independientes, sin una temática en común, aunque la repetición de ciertos ritmos y motivos musicales confiere una sensación de unidad que no se encontraba en sus predecesores, en los que cada canción era de su padre y de su madre, y eso se notaba. En Obscured by clouds encontramos un disco muy compacto (juasss) y coherente, sin aristas, asperezas o relleno de ningún tipo, aunque no llega al nivel de Dark side of the Moon, que es el disco conceptual por excelencia.

El disco también supone un mojón (metaforizando su primera acepción, no confundamos) en su trayectoria, ya que contiene en sí varias "últimas ocasiones". Me explico. Con Obscured by clouds se cierra una etapa en la banda, debido principalmente a algo que ya introduje en la reseña de Meddle: Pink Floyd deja de ser un cuarteto para ser, cada vez más, la banda de Roger Waters. O al menos eso terminó pensando el propio Waters. Pero esto es adelantar acontecimientos: nos quedaremos con que el peso de cada miembro en la banda empieza a descompensarse, y Waters será el que tome el mando, tanto en la dirección de la banda como en la composición, especialmente en lo referente a las letras, que de ahora en adelante serán casi exclusivamente producto de su genio. Así las cosas, en este disco se encuentra la última aportación lírica exclusiva de Gilmour, con la apreciable Childhood's end, y otro tanto ocurre con Wright, que presta su voz por última vez, al menos en la era Waters, a las canciones Burning bridges y Stay.

Un último dato, bastante importante, es que se grabó en apenas dos semanas durante la grabación del celebérrimo Dark side of the moon. No esperéis encontrar en el primero lo que hay en el segundo, porque os llevaréis una decepción, pero Obscured by clouds es un disco muy sólido y de una calidad bastante alta, que suele ignorarse bastante en parte por ser anterior a Dark side..., y en parte por ser una banda sonora, con lo que suele dejarse un poco aparte. Vamos con él.

El comienzo del disco es bastante light: Obscured by clouds y When you're in son dos canciones instrumentales en las que predominan la guitarra eléctrica, los sintetizadores de Wright y la percusión, y que son una introducción muy apropiada para el ambiente general del disco: melódico, parsimonioso en diversos puntos y bastante oscuro en general. Burning bridges es una balada a dos voces, una rara avis en la temática del grupo. Como podréis imaginar por el título ("Puentes en llamas", indicando que no hay vuelta atrás), trata sobre una ruptura, aunque narrada con la poesía a la que el señor Waters nos tiene acostumbrados:
Ancient bonds are breaking
Moving on and changing sides
Dreaming of a new day
Cast aside the other way
Magic visions stirring
Kindled by and burning flames rise in her eyes.
Los antiguos vínculos se rompen
siguiendo adelante y cambiando de bando
soñando con un nuevo día.
Proyectando de un lado a otro
visiones mágicas y conmovedoras
prendiendo y ardientes se alzan en sus ojos.
En marcado contraste con la lentitud de la canción anterior llega The gold it's in the..., con sus extraños efectos vocales y muy conseguidas guitarras. Una interpretación personal es que hablan de la ilusión de una banda recién formada, y de sus ansias de comerse el mundo; aunque también puede entenderse que trata de un chico que quiere salir al mundo, conocer lugares distintos y hacer que cambien las caras que le rodean, y con ello sueña cuando cierra los ojos: All I have to do is just close my eyes / To see the seagulls wheeling in those far distant skies ("Todo lo que tengo que hacer es cerrar los ojos/ para ver las gaviotas girando en cielos lejanos."). Un tema muy pegadizo, y uno de los últimos temas alegres de la banda.


Si en la anterior se nos hablaba de la formación de la banda, en Wot's... Uh the deal? se nos cuentan sus inicios y su escalada, seguramente aludiendo a la propia progresión de los Pink Floyd, que con este tema asumen tener ya una edad y miran el mundo (y el negocio) de la música con desencanto, que posteriormente se sublimará en ardiente furia en Have a cigar (genial). Los protagonistas absolutos de esta canción, quizá la mejor del disco, son la magnífica actuación vocal de Gilmour y la ruptura que marcan los teclados de Wright para dar paso a la parte instrumental del tema, en que David vuelve a lucirse con la guitarra, que tiene un extraño protagonismo a lo largo de todo el disco, más allá de los hiperbólicos solos a los que nos tiene acostumbrados. Esto me hace pensar que este disco fue un empujón importante en la maduración de Gilmour como guitarrista, pues a menudo me parece oír ecos de lo que vendría después.

Mudmen es otra canción instrumental, muy similar a Burning bridges aunque con un tempo menor y mayor predominio de la percusión, hasta que Gilmour rompe con uno de esos solos tan suyos. Interesante, aunque en mi opinión se parece demasiado a Burning bridges como para aportar algo más que esos dos solos que se marca Dave.

La competencia de Wot's... Uh the deal? como mejor canción es a la vez mi preferida del disco: Childhood's end, la última composición enteramente de Gilmour hasta que tomó el timón de la banda en A momentary lapse of reason. Es quizá la más potente del disco, y a la vez la más progresiva: partiendo de un absoluto silencio, se cuela en nuestros oídos el sonido de un sintetizador mientras se acerca despacio una guitarra, oculta tras un sonido metronómico. Y entonces estalla: una guitarra se arrastra bajo la interpretación vocal de David Gilmour, una de mis preferidas. En esta canción se nota la intervención de todos los componentes del grupo, especialmente la del bajo de Waters. La letra está basada en el libro de mismo nombre de Arthur C. Clarke, El fin de la infancia (libro muy interesante y que aprovecho para recomendaros), lo que se nota especialmente en la tercera estrofa, en la que se hace una clara alusión a la desaparición de la raza humana. La letra no tiene desperdicio: Who are you and who am I/ To say we know the reason why?/ Some are born/ Some men die/ Beneath one infinite sky ("¿Quién eres tú y quién soy yo/ para decir que conocemos el porqué?/ Algunos nacen/ otros mueren/ bajo un cielo infinito.")

En Free four, un tema muy beatlesco y similar a algunos singles de los inicios de la banda (cuando aún estaba entre ellos el ¿genial? Syd Barret), aunque siempre con el estilo Pink Floyd dominando el tema, especialmente por los guitarreos. Waters pasa por encima de temas que más tarde desarrollará largamente, tales como la brevedad de la vida y el sentido de la misma (en Dark side of the moon), el alcanzar el éxito y acomodarse en él (la ya mencionada Have a cigar), la muerte de su padre en la guerra (alusiones en The Wall y larguísimo desarrollo en The final cut). ¿Es o no la cuna de toda la obra posterior del grupo, este disco? Lo que más llama la atención del disco es lo alegre que es, teniendo en cuenta su letra.


Stay es un tema pop que protagoniza Richard Wright, en el que habla de la noche que pasa con una mujer de la que, a la mañana siguiente, no recuerda ni su nombre(Surprised to find you by my side/ Rack my brain/ And to try to remember your name/ To find the words to tell you goodbye) (¡ésto me suena! Sí, algo parecido salió en Atom heart mother). Absolutely courtains tiene una primera parte curiosa, de tan inquietante, y una segunda parte horrible, repugnante y molesta, con esos cantos tribales. Y esto es todo por mi parte.

Ah, sobre la portada: hay quien dice que en ella se puede ver una mujer desnuda muy distorsionada (qué necesitados están algunos, oye), pero en realidad es un fotograma de la película muy desenfocado. En él se ve al protagonista subido a un árbol y estirando el brazo para coger algo. Por mi parte, siempre pensé que era una foto desenfocada de las ramas de un árbol, así que no andaba muy desencaminado. De todas formas, como portada no me gusta un pelo. Y ahora sí, ésto es todo por hoy. Gracias por leernos, y no os perdáis la siguiente entrega de los Fascículos PF: hablaremos por fin de su primer gran pelotazo, y además la leeréis de manos del maestro Mr. No One. ¡Un saludo!

Pink Floyd - (1972) Obscured by clouds

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