Primer libro que reseñamos del celebérrimo Haruki Murakami. ¡Y yo que pensaba que sería Tokio blues! Pues no: no resulta muy fácil hablar de un libro que te ha gustado mucho, a no ser que te sientas plenamente preparado para ello; si no, puede ocurrir que te salga una reseña como aquella que hice de Revolver, de los Fab Four. Algún día de éstos tendré que rehacerla, por respeto a ellos.
A lo que vamos. El libro del que hablamos hoy es la última obra, de momento, de este autor japonés tan de moda. Dividido en tres libros, quizá por su extensión, quizá por motivos estilísticos y narrativos (habrá quien piense que por motivos comerciales...), en España se han editado los Libros 1 y 2 en un solo volumen de 744 páginas, y el tercero y último aparte, con 416 páginas más. Con un total de 1160 páginas, es la novela más extensa y ambiciosa del autor. Y una de las menos redondas, por cierto. Con esto no quiero decir que no me haya gustado, ni que mi afición a este escritor haya disminuido, pero no puedo evitar sentirme bastante decepcionado tras recorrer tantísimas páginas para llegar a... ¿qué? A demasiado poco.